Denominado a su vez como arrendamiento financiero o alquiler con derecho de compra, el leasing es una de las principales fuentes de financiación de las empresas. En este contrato mercantil una compañía cede a otra el uso de un bien a cambio del pago de primas a modo de alquiler. Existen múltiples tipos de leasing (operativo, mobiliario, inmobiliario, etcétera) con características y limitaciones a considerar por los interesado, que serán descritas con detalle a continuación:
Leasing financiero
Esta clase de leasing se realiza cuando un cliente solicita a una entidad financiera o sociedad de leasing que intermedie en la adquisición de un bien o activo inmobiliario, que se mantiene en propiedad de la entidad, aunque esta lo remita al cliente para su uso y aprovechamiento durante un periodo de tiempo. La sociedad de leasing recibe, en pago por este arrendamiento, unas mensualidades denominadas «cánones» en este tipo contrato.
Al término del leasing financiero, el cliente dispone de dos opciones: (1) adquirir el activo inmobiliario en cuestión o (2) renovar el contrato de leasing financiero para prolongar el uso y disfrute del bien, sin necesidad de realizar inversión económica alguna para su adquisición.
Leasing operativo
De entre todos los tipos de leasing que existen, el operativo destaca por adaptarse mejor a las necesidades de fabricantes y distribuidores. Este leasing se basa igualmente en la preservación de liquidez y rentabilidad a la hora de acceder a bienes necesarios para una actividad empresarial determinada. Este contrato, también llamado arrendamiento financiero operativo, se define como el alquiler de un activo sobre el que se abona una mensualidad en concepto de prima hasta la finalización de dicho contrato.
A diferencia del leasing financiero, el operativo no siempre posibilita la compra del bien una vez ha finalizado el contrato. En caso de pactarse esta opción, dicha compra se efectuaría en relación con el valor comercial del activo y no del valor restante que queda por amortizar, como sucede en el leasing financiero.
Leasing mobiliario
El leasing mobiliario es similar a los anteriores (se adquieren bienes por mediación de una entidad financiera que permite su uso y disfrute a cambio del pago de cuotas periódicas), pero los activos financieros se limitan a bienes inmuebles. Estos incluyen desde vehículos comerciales y equipos informáticos, hasta maquinaria y otros bienes intervinientes en el desarrollo de una actividad profesional. Debido a su popularidad en el sector del ladrillo, es uno de los principales tipos de leasing en España.
Leasing inmobiliario
Por su parte, el inmobiliario es un tipo de leasing financiero que reúne las características tradicionales de este contrato de arrendamiento, con la sola diferencia de que los activos arrendados en la operación son bienes inmuebles. Estos se corresponden con naves industriales, viviendas, locales comerciales y otros activos ligados al suelo.